Había una vez un mundo al revés

A lo largo del bloque hemos hablado de los cuentos, leyendas, mitos, canciones, poesía…todo lo que se relacionaba con el folclore, y aunque todo ello nos resulta familiar, nunca nos hemos percatado de que se trata de algo que lleva entre nosotros toda la vida, y que de manera inconscientemente o por puro placer hemos aprendido, memorizado, escuchado y repetido muchísimas veces, porque al fin y al cabo son parte de nuestra cultura. Y es que, aunque la gente no se da cuenta, la literatura folclórica y el folclore en general no están hechos para niños, no son infantiles, sino que son pensados para el disfrute del pueblo. La mayor parte de las historias reflejadas en los cuentos folclóricos tienen un origen desconocido, y son resultado de lo que se representaba, se contaba, o cantaba en audiciones públicas de juglares, trovadores, romances o representaciones religiosas que se hacían en las puestas de las iglesias; incluso en los juegos de canciones, con corros y retahílas.  Gran