¡Creemos historias y poemas! proyectos para ejercitar la imaginación en el aula

INTRODUCCION 

A lo largo de este bloque hemos visto la importancia que tiene no solo que los niños se sientan cercanos a la literatura en el sentido de poder leer, mirar libros o escuchar cuentos, sino de que sientan la capacidad de crearlos ellos mismos. 
Darles a los niños el poder de crear, de decidir qué es lo siguiente que va a pasar, de imaginar y de construir ideas e historias, es permitirles sentirse como los adultos, sentirse responsables, con palabra y con voz y voto. Se sienten escuchados. 
Cuando introducimos literatura que está realizada por los propios niños, hacemos que estos se interesen aún más por leer, por descubrir y por seguir innovando en este campo. 
Para realizar esto, podemos explorar tres tipos de texto: el texto en verso, el texto en prosa y el dramático. Cada uno se caracteriza por cualidades propias, por su manera de llevarse a cabo y por la manera de llegar al público; sin embargo, todos ellos tienen en común que hacen que el niño se sienta incluido y con ganas de formar parte de la creación de los textos. 

CREACIÓN DE UN TEXTO EN VERSO 

Este texto lo voy a llevar a cabo a través de la técnica de la letanía, la cual consiste en: 
"Pensad un tema y componed cada verso con una frase corta que os sugiera. Cada frase debe acabar en punto y recoger una idea completa. ¡Y está prohibida la rima! Por cierto, una letanía tiene, al menos, diez versos." 
En este caso he utilizado como frase para iniciar cada verso "El amor es", y a continuación he puesto ideas que pueden relacionarse con el amor de distintos modos.

El poema: 
El amor es... 
El amor es el color rosa. 
El amor es el abrazo de mamá. 
El amor es cuando mi hermano comparte sus chucherías. 
El amor es un beso de mi perro. 
El amor es el cola-cao con galletas. 
El amor es hermano de la felicidad. 
El amor es un corazón. 
El amor es saltar de alegría. 
El amor es bailar con locura. 
El amor es todo esto… ¡y mucho más! 

Debido al tema central, considero que se puede utilizar en cualquier clase de infantil, sin embargo, creo que podría gustar mucho en un aula de 2-3, en la cual se empiezan a crear relaciones y vínculos con cosas más allá de la madre y la familia. 
A continuación, pasémoslo a papel.  

Recortamos las imágenes 
Y a continuación las paginas utilizando una plantilla


Después pegamos cada cosa en su sitio
Le damos unos últimos retoques antes de encuadernar y...

¡LISTO!










Formato:  
Se trata de cartulina, la cual es bastante flexible, pero lo suficientemente dura como para durar sin romperse. Las esquinas, las cuales podrían ser peligrosas, se han desgastado de manera que se han redondeado y achatado perdiendo la peligrosidad.  cabe mencionar que la forma de encuadernación actual no es la más apropiada para un aula de infantil, por lo que es conveniente buscar unas anillas para cambiarlo, aunque la actual esté asegurada. 
Con respecto al texto, se ha utilizado una letra clara, separada y legibleel texto principal está a ordenador (a excepción de la portada y las dos últimas páginas), de manera que no hay problemas para entender qué pone, y esta sobre un fondo blanco, destacando sobre el color de la página y llamando la atención al ojo del lector. 
Las ilustraciones podemos decir que son "infantiles"; al utilizar este término nos referimos a que están estereotipadas, y no buscan reflejar la realidad anatómica, sino un gusto artístico. Sin embargo, son imágenes tiernas y que reflejan lo que el poema quiere decir. 
Por último, la portada. Esta es de un color llamativo, de un tono fucsia y en el centro en negro está el título y primer verso del poema "EL AMOR ES...". Es una portada sencilla, pero al mismo tiempo llamativa, porque no está recargada, pero su color llama la atención del lector. 

 CREACIÓN DE UN CUENTO 

El cuento es, seguramente, el más recurrido entre los alumnos y profesores puesto que narras una historia se considera lo más sencillo de los tres tipos de texto. Para llevar a cabo un texto de prosa hay gran cantidad de técnicas como pueden ser los mini cuentos, los cuentos al revés o la hipótesis absurda. 
En mi caso he elegido una historia que me contaba mi abuelo y la he versionado variando el espacio y tiempo y los personajes de la misma. 
Esta historia la llevaría a aulas desde 3 a 6 años, incluso más pequeños, pero si tuviera que elegir una edad idónea, me quedaría con los niños de 4-5, los cuales empiezan a comprender que es estar solo, que no es algo malo y por lo tanto entenderían la situación del anciano. 

El viejo y la Luna 

Érase una vez, hace mucho tiempo, vivía un hombre anciano en una gran casa a las afueras de un pueblo. Este hombre era muy conocido por su carácter, que se podía describir como seco, desagradable y antipático, pero no solo se le conocía por esto, sino por el gran manzano que había en la entrada de su casa. Ese árbol era todo lo que el viejo tenía para él, y a lo único que quería en el mundo.  
A menudo los niños se metían en la casa para robarle las manzanas, cosa que enfadaba al viejo y hacía que gritara sin parar a los niños, les amenazara con una zapatilla y pusiera carteles en la vaya en los que escribía “PROHIBIDO EL PASO” o “FUERA DE AQUÍ. 
El hombre probó mil maneras de alejar a los niños, les asustaba, les amenazaba, e incluso se lo contaba a sus padres, pero los niños no le hacían ningún caso.   
Una noche, mientas el viejo miraba al cielo preguntándose como acabar con su problema, empezó a pensar en la luna, lo sola que estaba, el silencio que debía haber allí y en lo feliz que sería él si viviese allí. Entonces se le ocurrió una gran idea; construiría la escalera más larga del mundo para poder llevar hasta la luna, y allí esconder sus manzanas y vivir feliz sin que nadie le molestase.   
Durante varios días el hombre estuvo encerrado en su casa construyendo la escalera; no se preocupó porque los niños le robasen las manzanas o jugasen en su patio, solo quería conseguir su objetivo, su gran escalera.  
Después de un duro trabajo durante muchos días, por fin lo logró. Esa misma noche, cuando la luna estaba llena y parecía ser más grande que el sol, decidió que había llegado el momento. Cogió un gran saco y lo llenó con todas las manzanas que había en su árbol, y después, colocó la escalera.  
Poco a poco, paso a paso, fue subiendo escalón a escalón, hasta llegar a la Luna. Al llegar a ella vio a lo lejos su antigua casa, con su árbol y su jardín. En ese momento se dio cuenta de que no querría volver nunca más, y con un golpe tiro la escalera de modo que no podría volver a bajar. 
Y es por esto que, en las noches de luna llena, se puede ver la silueta de un viejo con su gran saco de manzanas al hombro. 

CREACIÓN DE UN TEXTO DRAMÁTICO 

Para realizar un texto dramático se pueden utilizar recursos como los de la prosa, sin embargo, yo voy a basarme en seguir el tipo de línea argumental de los guiñoles folclóricos, los cuales consisten en un protagonista, un antagonista, un conflicto y la resolución con ayuda de un compañero del protagonista. 
 Utilizaría este texto en un aula de 4-5 ya que a estas edades pueden surgir conflictos como este, y, por lo tanto, pueden verse reflejados en la situación. 

Luca el comprensivo. 

NARRADOR: Era una mañana de lunes como otra cualquiera. Los pájaros cantaban y las campanas de la escuela sonaban para advertir que ya era hora de entrar en clase. 
PROFESOR: ¡Todos a clase! Vamos que se hace tarde 
NARRADOR: Los niños fueron corriendo para entrar en el aula a tiempo. Todos sabían que el ultimo se encontraría con Rigoberto. Rigoberto era el mayor de la clase y el más fuerte de todos, los niños le tenían miedo porque era malo y si no hacías lo que te decía te podías llevar un coscorrón, y eso dolía mucho.  
NIÑO 1: ¡¡Corre corre!! 
NIÑO 2: ¡¡Déjame pasar!! 
NIÑO 3: Rápido que ya llega 
NARRADOR: Entonces apareció Rigoberto, tenía el ceño fruncido y estaba de muy mal humor. Esa mañana no había podido coger a ningún niño y no se había reído de nadie. 
PROFESOR: Buenos días alumnos, ya podéis sentaros. Hoy os quiero presentar a un nuevo compañero, se llama Luca y es de Italia, pero habla muy bien el español. 
CLASE A CORO: Hola Luca. 
LUCA: Hola a todos. 
NARRADOR: Luca se sentó en el sitio que quedaba libre, al lado de Carla 
CARLA: Hola, yo me llamo Carla. ¿Quieres ser mi amigo? Me gusta mucho tu pelo, es de color naranja como las zanahorias... ¡Y como las naranjas! 
NARRADOR: Luca se echó a reír con lo que había dicho Carla, y ella se sonrojó. 
LUCA: Claro que seré tu amigo, eres muy divertida. Además, a  me gustan tus pecas, se ven mucho cuando te pones roja. 
NARRADOR: Y Carla y Luca se echaron a reír. Cuando termino la clase y llegó la hora del patio, todos los niños se quedaron quietos, no se atrevían a salir porque Rigoberto aún estaba enfadado. Pero esto Luca no lo sabía y salió muy feliz corriendo para jugar con su nueva amiga. Cuando se dio cuenta de que era el único que estaba ahí fuera se sintió confundido y se acercó a la puerta a preguntarle a Carla. 
LUCA: Carla qué pasa, ¿no os gusta jugar en el patio? 
CARLA: No es eso, nos encanta, pero hay un niño muy malo que... 
NARRADOR: Pero a Carla no le dio tiempo a avisar a su amigo porque apareció Rigoberto y le dio un fuerte empujón. 
RIGOBERTO: Quita del medio tonto si no quieres que te haga daño 
NARRADOR: Y Rigoberto le amenazó levantando el puño cerrado. Luca salió corriendo y se metió dentro de la clase con los demás compañeros. 
LUCA: Pero ¿por qué ha hecho eso? ¿Es siempre igual? 
NIÑO 1: Todos los días  
NIÑO 2: Este moratón me lo hizo él porque no pasaba por el pasillo... 
CARLA: A  una vez me tiró muy fuerte del pelo y me hizo llorar... 
NARRADOR: Uno a uno fueron contándole a Luca todas las cosas que les había hecho Rigoberto. Luca no se lo podía creer, esto no le pasaba en su otra escuela. Entonces a Luca se le ocurrió preguntar una cosa. 
LUCA: ¿Y nunca habéis hablado con él para decirle que no os gusta? 
NIÑO 1: Que va, ese está loco. 
NIÑO 2: Si ¡eso! Esta como una cabra 
NIÑO 3: Jajaja ¡si si está muy loco! 
NARRADOR: Entonces apareció Rigoberto, y los niños no se asustaron de él, sino que empezaron a reírse de él y a insultarle. Rigoberto primero se enfadó mucho, pero luego se puso muy triste y se fue corriendo con los ojos con lágrimas al baño. Luca y Carla al ver esto se sintieron muy mal. 
CARLA: Luca esto no me gusta, se están portando muy mal con Rigoberto, tanto como lo hacía el antes. 
LUCA: Tienes razón, creo que deberíamos hacer algo. Vamos a hablar con Rigoberto. 
NARRADOR: Así que dejaron a los otros compañeros riéndose en clase y fueron a buscar a Rigoberto que se había escondido en un rincón en el pasillo. 
LUCA Y CARLA: ¡Rigoberto! ¿Dónde estás? Solo queremos hablar contigo 
RIGOBERTO: ¡Dejadme en paz! No quiero ver a nadie 
LUCA: Mira Carla ahí está 
CARLA: Es verdad ¡corre! 
NARRADOR: Los niños fueron corriendo a donde estaba escondido Rigoberto. Este se levantó secándose las lágrimas y poniendo cara de enfadado. 
RIGOBERTO: Os he dicho que me dejéis en paz 
LUCA: Pero queremos saber si estas bien 
CARLA: Estamos preocupados por ti 
RIGOBERTO: Eso es mentira, nadie se preocupa por . 
NARRADOR: Entonces Luca miró a Carla. Ya sabía que le pasaba a Rigoberto; se sentia solo y triste porque no tenía amigos y por eso estaba siempre tan enfadado. 
LUCA: Eso no es verdad. Carla y yo nos preocupamos por ti, somos tus amigos. 
RIGOBERTO: ¿Lo dices en serio? 
CARLA: ¡Por supuesto! Siempre he pensado que tenías que ser muy majo 
RIGOBERTO: ¡Qué bien tengo amigos! Pero... el resto de la clase me odia 
LUCA: No te preocupes que eso es lo más fácil de arreglar. 
NARRADOR: Cuando sonó la campana volvieron a entrar todos a clase y Luca pidió la palabra. 
LUCA: Solo quería decir que hoy he hecho dos amigos nuevos: Carla y Rigoberto. 
NARRADOR: Al escuchar esto toda la clase empezó a murmurar. Nadie se podía creer lo que acababan de oír. Entonces Carla se levantó 
CARLA: Es verdad, yo también he hecho dos amigos, Luca y Rigoberto 
NARRADOR: Los alumnos murmuraban aún más. 
RIGOBERTO: Yo también he hecho dos amigos, son Luca y Carla, y me han explicado algo muy importante. Si quiero tener amigos no puedo hacer daño a la gente, y por eso quiero pediros perdón a todos. 
NIÑO 1: Perdón por llamarte loco 
NIÑO 2: Si...  
NIÑO 3: La verdad es que no estás como una cabra... 
NARRADOR: Y entonces todos los niños se disculparon unos con otros y decidieron ser todos amigos y jugar juntos sin hacerse daño. Y así termina la historia de Rigoberto el gruñón y Luca el comprensivo. 

CONCLUSIÓN

Como he hablado en la introducción, este tipo de proyectos permiten al niño, no solo acercarse a la literatura, sino que le acerca a su imaginación y a su autonomía , además de ofrecerle una sensación de seguridad en sí mismo. Es por esto que considero que es una práctica muy importante e interesante para llevar a cabo en el aula, siendo los alumnos los que decidan el tema, el tipo de redacción, etc... y el profesor se dedique a ser el redactor, y el interprete de los alumnos, convirtiendo sus ideas en palabras, escritas de un modo comprensible pero bello al mismo tiempo.

En definitiva, es una práctica que ya de por si es muy placentera y no puedo ni imaginarme como será llevarla a cabo con mis futuros alumnos. Este tipo de proyecto estará seguro en mi aula, y se hará en más de una ocasión con los alumnos.


Comentarios

  1. Enhorabuena Monica, me ha gustado mucho tu actividad, las creaciones son muy buenas y está todo bastante bien explicado. Por sacarte punta a algo sería que en la creación del libro físico yo hubiera utilizado otro tipo de formato, creo que al unir las páginas desde arriba, no es que no se puedan pasar bien, pero bajo mi punto de vista es algo incómodo, la pagina puede volver hacía atrás sola y te queda un poco mal doblada ahí arriba e incluso puede tapar algo de la página siguiente. Otra cosa que me ha llamado la atención en la creación del texto dramático has llamado a unos personajes Niño 1, niño 2 y niño 3. Supongo que no has querido darles nombres como al resto de personajes por el papel que interpretan en la obra, pero queda como muy impersonal y muy aislado del resto de la historia. Si para el resto de personajes podrías utilizar los nombres de tus alumnos, cuando los tengas, para estos 3 personajes más conflictivos podrías utilizar nombres que no haya en tu clase, o incluso nombres extranjeros, creo que le daría un toque más personal a la historia.
    Por lo demás todo genial.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¿Cuánto leo cuando leo? Trabajemos la lectura a fondo

Cuéntame algo ALEGRE antes de ir a dormir. Corrección.

Tres hurras por Errol